SESIÓN 4°

En la sesión presencial pasada, las compañeras moderadoras, como el profesor a cargo del curso, prepararon una actividad, para que todo el grupo participara de forma dinámica en el desarrollo de la prueba reflexiva, mediante un compartir que nos permitiera enriquecer el  conocimiento entorno a las temáticas de la diversidad.  Así se abordaron temáticas relacionadas con la equidad, la diversidad cultural, la diversidad y las NEE, diversidad sexual y diversidad de género, educación para la diversidad, educación inclusiva, entre otros.

En relación a la caricatura por analizar, dicha caricatura consistía en un dibujo del presidente de la república, en el cual en apariencia el mismo estaba diciendo un discurso, en el cual afirmaba: “(…) estamos a favor, apoyamos los grupos discriminados, apoyamos la diversidad”, y al parece posteriormente así mismo se decía: “Porque será que me lo creen todo, así los mantengo felices”. Finalmente se evidencia otro dibujo que representa al pueblo y en el cual se puede leer: “Ya no le creo nada”.  Esta caricatura representa una lastimosa realidad social, nuestro gobierno declara por una parte que nuestra nación es multiétnica y pluricultural, sin embargo en el actuar de las políticas del estado la realidad es otra; es increíble la fuerte discriminación que viven los grupos diversos en este país, pareciera que ser diferente implica un crimen, lamentablemente estamos lejos de practicar lo que predicamos como nación, y es lamentable, porque estos factores negativos en cuanto a desigualdad social, influyen en el desarrollo social y económico de nuestro país.

La lectura analizada esta semana, “La escuela, ¿excluye o incluye?” nos presenta un panorama en el cual la educación debe ser un medio que permita no dar a todos lo mismo, sino a cada uno lo que necesita, una educación para la diversidad donde se promueva la igualdad y la equidad. Por ende en la lectura se insta a dejar de lado los mecanismos de selección y expulsión de las prácticas de evaluación escolar. Convirtiendo los centros educativos en integradores de las diferencias, lo que nos convierte en una sociedad real, pluralista y democrática.